miércoles, 13 de mayo de 2015

No era otro cualquiera.

Os contaré la historia de aquel
que se mantuvo fiel a sus principios,
cuando nadie merecía tomar parte
le gustaba hablar consigo mismo.
Poseía una cultura popular
basada en años de experiencia,
sin ciencia que entendiera su pensar,
tenía fe pero no creencias.
Tratar con personas no le llenaba,
su inteligencia a otro nivel,
nunca se conoció tan tierna mirada
aunque a todos pareciera insensible.
Se le veía caminar cada amanecer,
sin ser un tipo cualquiera
y sin camino que recorrer,
hablando en lenguas muertas.

Su pluma y su tinta,
su sabiduría infinita,
su poesía única.