miércoles, 20 de marzo de 2013

No juegues a ser otra, a ese alguien le gustas tú.

Él mirando por los dos, y tú por tu ombligo, mal trato cuando se es más que amigos, y el amor se ha convertido en dolor de un día para otro. De vosotros, no queda nada, y él no puede pegar ojo, serán las agujas que clavadas, dejaste en su pecho, y esas ampollas que sangran con el tiempo, cuando todo está echado por tierra. Ahora solo te importan tus cuentas, y estar guapa ante el espejo. ¿Por qué solo le pareces tú misma cuando estas dormida? Ya no te ve como antes, hasta ha pensado que pudo ser su culpa, allá donde quedó vuestra inocencia. Todas las mañanas te recuerda: "Cariño, si solo tus besos me pueden devolver la vida, ¿por qué coño te maquillas...?".